miércoles, 31 de agosto de 2011

Capítulo 1: Luz en plena noche

Noté  como  su  boca  se  posaba  sobre  mi  mejilla,  se  deslizaba  hacia  mis  labios  y  suspiraba.
Abrí  los  ojos  y  lo  encontré  allí,  en  mi  habitación. Su  pelo  rojo se  percibía perfectamente  porque  ni  la  oscuridad  era  capaz  de  ocultarlo,  sus  facciones  se  movían cada  vez  que  me  daba  un  beso   y  sus  brazos  me  abrazaban  proporcionándome  todo  el  calor  que  hacia  tiempo  que  no  me  daba.
Encendí  la  luz  y  abracé  su  precioso  cuello  mientras  él  rozaba  mi  pelo  dorado  con  sus  labios.
-       Por  fin  has  vuelto,  te  he  echado  de  menos.
-       Yo  también  mi  princesa,  yo  también.
-       ¿Ha  pasado  el  peligro? - pregunté  mientras  seguía  besando  sus  finos  labios.
-       Luz…- dijo  inspirando  con  fuerza.
Cuando  pronunció  mi  nombre  me  estremecí  y  entendí  que  el  peligro  era  algo  con  lo que  teníamos  que  vivir  para  siempre.
-       Cariño…los  he  despistado  pero  es  muy  difícil. Esto  que  estamos  haciendo  es peligroso,  si  descubren  que  nosotros  estamos  juntos  te  mataran  y  no  puedo permitirlo -  su  voz  sonaba  segura  pero  yo  no  estaba  dispuesta  a  darme  por  vencida.
-       Podremos  conseguirlo,  hemos  vivido  con  el  peligro  y  podemos  seguir  viviendo con  el.
-       Luz,  no  vuelvas  a  empezar,  esto  es  imposible,  en  cualquier  momento  nos  descubrirán  y  todo  acabará. Te  matarán  y  me  obligarán  a  ver  como  te  apuñalan  y  te  desangras  mientras  yo  te  pido  disculpas  por  haberme  enamorado  de  ti.
-       Parece  la  típica  película  donde  los  enamorados  luchan  por  estar  juntos  sin  que nada  más  les  importe  - admití  con  ironía.
Sus  ojos  me   miraron  con  ira. He  de  admitir  que  nunca  antes  los había  visto  así  y eso  me asusto  lo  suficiente  para  hacerme  callar.

-       Luz,  he  venido  a  despedirme  porque  no  quiero  que  te pase  nada. Eres  la persona  que  amo  y  no  voy  a  dejar  que  nada  te  haga  sufrir  y  si  para  eso  tengo  que  dejarte  ir  lo  haré, porque  eres  lo  más  importante  en  mi  vida.
-       ¿De  verdad   no  dejaras  que  nada  me  haga  sufrir? - no  esperé  a  que  respondiera  y continué  con  una  voz  dolida  que  le  asestaba  puñaladas  por  la  espalda-. Pues  no  lo  estas  haciendo  muy  bien  que  digamos  porque  eres  tu  el  que  me  esta  haciendo sufrir.
Creo  que  las últimas  palabras  las  dije  gritando  pero  realmente  no  estaba  realmente  segura.
-       La  decisión  está  tomada  y  es  irreversible- se  notaba  que  mis  palabras  le  habían  hecho   daño  pero  no  iba  a  cambiar  de   idea.
-       No  me  dejes- supliqué.
-       No  hay  otra  opción.
-       ¿Por qué?
-       Porque  corres  un  grave  peligro  a  mi   lado.
-         no  eres  como  los  demás, a  lo  mejor…si  se  lo  explicamos…
-       No,  los  guardianes  no atienden  a  razones. Lo  siento  Luz, -cogió  mi  barbilla  con  su  mano  izquierda  obligándome  a  mirarle a los ojos- a    también  me duele  pero  no  puedo  permitir  que   te  hagan  daño  por  estar  con  alguien  como yo.
-       ¡¿Cómo  tu?! Eres  la  persona  que  amo  y  no  serías  capaz  de  hacerme  daño.
-       Lo  sé, pero  ellos  no  lo  entenderían  y  es  imposible  que  crean  que... - su  voz  se quebró  antes  de terminar  la  frase.
-       ¡¿Qué un demonio como tu fuera bueno?! -mi  irritación  iba  en  aumento  y  pronto  iba  a  estallar.
-       Soy  un  demonio  que  ha  nacido  y  crecido  en  el  infierno; es  lógico  que  no  quieran  que este  en  la  superficie.
-       No  haces  daño  a  nadie.
-       Luz, el  deber  de  los  ángeles  es mantener  a  los  demonios  en  el  lugar  de  donde  procedemos  y  fuera  de  la  vista  de  los  humanos entre  otras  cosas. En  este  caso  están  incumpliendo  su  deber.
-       Entonces… ¿todo  ha  terminado?
-       Me  duele  mucho  más  que  a  ti, cielo.
Lo  abracé  con  todas  mis  fuerzas  mientras  lo  besaba  manteniendo  la  norma  que  habíamos  pactado  desde  el  momento  que  decidimos  ser  pareja.
Una sacudida de tierra nos hizo perder el equilibrio. Dan cayó de espaldas al suelo y yo sobre su pecho desnudo. No me había dado cuenta de que no llevaba camiseta ya que no me había levantado totalmente de la cama en la que dormía antes de que su aroma endulzara mis sueños. Su piel morena llena de sudor me demostraba que había realizado un largo viaje para visitarme y la sacudida que no había venido solo.
Se levantó de un brinco y corrió hasta la ventana. Su cabeza se movía en busca del causante del movimiento de tierra porque, como ambos suponíamos, no era un terremoto normal y corriente.
-       Demasiado tarde, nos han descubierto -dijo mientras se giraba para dar la espalda a la ventana.
Me levanté lo más rápido que pude para acercarme a la ventana pero mi camisón de seda se resbaló por mi piel hasta caer al suelo. Mi ropa interior de encaje negro era imposible de pasar desapercibida y más con mi piel pálida.
Sus ojos se encontraron con los míos después de haber subido y bajado su mirada varias veces por todo mi cuerpo. Se ruborizó y volvió la mirada hacia la ventana.
-       Luz, ponte algo más apropiado, por favor, que no es momento de tontear.
Me abalancé contra el armario y me coloqué unas mallas y una camiseta larga. Mientras buscaba la ropa sentí su mirada sobre la parte de atrás de mi tanga. Me ruborice nada más pensar en lo que podía pasar si nadie nos estuviera acechando.
-       ¿Te gusta mi culo? -le pregunté con una pizca de deseo en mi voz.
Se puso rojo como un tomate pero no dijo nada y siguió vigilando por la ventana.
-       La carne es débil- pensé.
Cuando estuve lista me situé a su lado. En aquel momento me alegre de que mis padres aceptaran a irse a Italia de vacaciones y recé para que todos los vecinos estuviesen durmiendo porque se habrían asustado al ver el jardín de mi casa.
Diez ángeles con mascaras negras y capas que no tapaban completamente sus hermosas alas blancas se distribuían entre los rosales de mi madre preparándose para atacar a la mínima señal de movimiento.
-       ¿Qué vamos a hacer?
-       Prepara una maleta con lo más necesario porque nos vamos -suspiró levemente -juntos.

7 comentarios:

  1. Genial, amor imposible ^^ Me encanta el primer cap :33 Avisa cuando este el 2º!!
    http://rastreadoresdedragones.blogspot.com
    Si quieres, pasate ^^

    ResponderEliminar
  2. Dios, me ha gustado mucho :)
    Cuando esté el 2 cap avisaaa
    http://marta-escritora-destinodesangre.blogspot.com
    Si quieres leer los primeros capítulos de mi libro, yo también escribo :D

    ResponderEliminar
  3. debo darte la enhorabuena porque el capítulo y la historia me ha engatusado *·* tiene muy buena pinta enserio!! te propongo algo, yo tambien tengo una novela sobre demonios y ángeles, podemos "afiliarnos" si quieres ;) mi tuenti es "Cristales de Vida" si?
    llamame cuando subas el próximo!!

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho el primer capítulo
    espero leer el segundo pronto
    te sigo
    Besos

    ResponderEliminar
  5. Noelia, me encanta! Pon YA el segundo! :) Un beesito Guapaa

    ResponderEliminar
  6. ¡Me ha gustado mucho! Espero con ansia el 2º capítulo. Espero verte por mi blog. ¡Besos y muffinazos!

    ResponderEliminar
  7. nos encantaa! :)avisanos para el siguiente porfa :D
    aquii te dejo mi blog: http://pide-1-deseo.blogspot.com
    en el estamos poniendo una historia de angeles :)

    ResponderEliminar